martes, 26 de noviembre de 2024
geometría de estado
las cosas diluidas
domingo, 24 de noviembre de 2024
miércoles, 20 de noviembre de 2024
escaleras
martes, 19 de noviembre de 2024
A veces, cuando sé a qué ibas, pienso en dibujar un teléfono y dibujar una llamada
lunes, 18 de noviembre de 2024
coros
Otra vez otra noche, el silencio alcanza para todas las cosas. Yo dibujo calaveras y botellas. Ayer alguien decidió abandonarse de esa barca rota a la que llamé encuentros, la persona, un cuerpo que acompaña. No lloro por ningún motivo en particular, porque simplemente no puedo licuar lo que siento, titular las heridas y continuar narrándolas con facilidad. Siempre he puesto mi música favorita cuando me he cansado de fingir que puedo con esto, innombrable y constante.
I'm crying everyone's
tears
And there inside our private war
I died the night before...
Solía decir que podía, que sabía, que había aprendido a doblegar el ruido blanco que existe en la tristeza. Pero no, dos pájaros vienen hacia mí y mueren en mis manos. Sentada o tumbada, siento como una luna oscura se abre en el pecho, una luna de soledades imperecederas, un abandono en la niñez. Dos pájaros mueren y sé que estos pájaros debo honrarlos al cielo, a la finura del viento; debo enterrarlos en la memoria Huanchicay y continuar, seguir o retroceder, doblar o esquivar, confrontar la vida y la muerte. Necesito oír la columna, necesito la música que abre los pliegues de la piel.
Through the pain
Or enjoy the pleasure
Besé, succioné, partí abruptamente un dolor al que había sido cosida con hilos transparentes. Alguien vino y lanzó ese mapa, la libreta de las direcciones al fuego. Por fin no saber dónde ir, para qué exponer el cuerpo o ilustrar el corazón en formas aceleradas, hipertensas. No más la huida al rincón donde duermen las arañas. Vinieron perros vagabundos, con su mirada planetaria, con esos ojos de ángel haraposo. Lloré o quise. Quise a mi abuela, sus plantas, sus tejidos arropándome. Pero no, había que hundir la cabeza en el agua y pronunciar la palabra amor.
A nightingale no longer singins
El fuego, la pasión por escribir está disipada y cada letra es un pequeño territorio donde se entierran cardenales rojos. Territorios de flores diseñadas para morir arrojadas al río. La letra escrita con la misma materia de la que está hecha la memoria, la traición, el olvido, los sueños. Cosas grandes pasan cuando alguien se duerme. Enormes vigías a la espera de la noche, el reloj y las alarmas, el estar cerca de un nuevo día, un nuevo y miedoso día. Lo que quise, fue romper con mi historia y para eso, debo aniquilar mi tradición romántica, mi deseo de ser querida y mi siempre sensación de estar vaciada, de nunca abandonarme a mi propia vela. No existe nadie que pueda hacerlo, ya no lo hubo. Los pájaros azules, los peñascos y sus cactus abriéndose como fuegos sonámbulos. He visto hermosos colores, he yacido en lo más hermoso del desierto. Los suicidas escogen pimientos para suicidarse, en solitarias llanuras.
I am disabled by fears concerning which course to take
For now that wheels are turning
I find my faith deserting me
Mis amigos entenderían, asentirían con la cabeza y con los ojos abiertos. Ahora, música, sonidos, guitarras estreñidas por el movimiento de los dedos. Dedos de alguien que duele. Música, sinfonías en cada zona de pulsión. Juraría que en mí hay un parásito que sólo es posible liquidar con música. Algo intraducible y aún así comprensible, como Devotion de Lisa Gerrard. La escucho y escucho también el propio dolor que significa llegar a esta ciudad, alejarme, huir, no tener historia con esta tierra ni arraigo con nada. Estudio, trabajo, me encojo en la cama como una planta que sólo nace en verano. No puedo olvidarme de mí siendo querida, abrazada, escuchada. Más abajo, las sociedades de peces deciden que es necesario dejar de soñar con la vida fuera del agua. Yo no puedo vivir en la inmersión, en ningún tipo de inmersión. Intento comunicarme adecuadamente. Fracaso. Intento manejar mi escritura, pero es ella quien me domina y pone en mí sus deseos. Vivo y no sé qué significa eso, más allá de trabajar y estudiar y adecuarse a un - alegre ciudadano promedio -. No puedo con la mediocridad y mañana habrá sol, habrá horas escogidas por alguien que pregunta ¿qué hora es? y habrá saludos y conversaciones torpes. No puedo dormir, hago muecas y tristes gestos con el cuerpo. Un lamento suena y golpea las ventanas, descubiertas para que pueda ver las hojas de los algarrobos siendo arrancadas por el viento. Es tiempo de oxidación, temporada donde soñamos con gusanos y huesos. Yo tampoco estoy preparada para el -estado del amor- o el -estado de gracia en soledad-. Los pájaros trinan fuertemente. Sus polluelos mueren al caer del nido. Sí, no tengo edad de pájaro, ni canto y aún así siento que algo muere cada vez que es momento de "aproximaciones", "acercamientos". Necesito tiempo para volver a decir, a soltar la mano de mi propia laceración.
Habrá sol, mucho sol en las mejillas. Daré besos a mis manos.
martes, 12 de noviembre de 2024
Bar < El mismo >
lunes, 11 de noviembre de 2024
domingo, 10 de noviembre de 2024
Domingo, 10 de noviembre
Y a pesar de aquello, releo a Maria Luisa Bombal y vuelvo a enamorarme de sus praderas ensoñadas, de su atmósfera violenta y sexual. Escucho. No quiero luchar en la caída. Mañana otro día. Otro día poblado de sol, de INTI dorando las pieles.
sábado, 9 de noviembre de 2024
La Gran Avenida
domingo, 3 de noviembre de 2024
lo de antes no fue más bueno, fue distinto y en picada
sábado, 2 de noviembre de 2024
octubre
viernes, 1 de noviembre de 2024
atmósfera y no horizonte
líquidos pájaros me indican el camino
Primera lluvia y el primer desierto, con las palmas abiertas y sangrientas. No es una estigma. Es herida común, grave. Una sacerdotisa de zo...
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Y en el fondo, aunque no a oscuras totalmente, la noche se instala en el barrio. Alguien riega plantas, caléndulas o romero. Los vecinos si...
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Plantas variadas, en color y forma, en profundidad de grises soleados y noctámbulos. Anochece, los pájaros tienen su centro que es una rama...