lunes, 30 de agosto de 2021

Y el hierro y el agua desalados. La sal es de ustedes, también la densa partícula
La nube oxidada.

Suyo también
este oportuno silencio.
La calma suya
como la calma de las cosas inertes.

Tan quieta la experiencia
                          suya
                          tan de ustedes
la mansedumbre
el cortejo a lo importante, es decir:
       a lo nuestro
       a nuestros vapores
       a nuestros pastos importados
A nuestros requerimientos, instalaciones, solicitudes.

Aguardando el futuro, los consensos nos han puesto aquí:
               a mí, detrás del escritorio
               en mi irrelevante casona;
         a ustedes, laboriosos pobladores
    delante de un inmenso Imperio de Hierro.

Aqui está su ficha, gracias por el compromiso. 

Suya la muerte
Les quiere, su jefa, su socia-colaboradora.

Sandra Riquelme Polanco
Gerenta de Sustentabilidad y Asuntos Externos, CAP. S.A. 
Discurso aniversario, 2021. 
                  

domingo, 22 de agosto de 2021

 los grandes ejecutores discuten sobre lo que tienen 

volviendo el planeta tan caliente

caliente como un holocausto



espina 2

 

Y esa patudez, aquella valentía repentina que le surge a los cuerpos bien portados cuando nos exhiben como tema de conversación. La inspección ciudadana no sólo atañe a temas judiciales, laborales, familiares; sino también biopolíticos; quieren saber, husmear; examinar con lupa qué compone tu entrepierna: para saber cómo no meas, cómo no culeas, cómo se te hacen difíciles o fáciles, según ellxs, ciertas actividades que conciernen a aquella zona delimitada como genital, cuyas fronteras son difusas porque es precisamente ese reducto del cuerpo el que, luego de rigurosos exámenes, determina los nombramientos, las utilidades y los límites generales. Y lo peor, es que te lo exigen gratuitamente; con elocuencia médica y más encima, aunque me importa nada,  una vez encaradxs, amparadxs en el campo de los consensos, se hacen lxs ofendidxs; descargan su culpa; su inocua curiosidad. Si son tan aprendices; tan lectores del cuerpo; tan barzas porque nos enrostran nuestras intervenciones químicas, el desplante travestoso, la bisutería repartida y ellxs, tan desinteresadxs de su propia experiencia, ni siquiera recuerdan cuán intervenidos están toooodos los cuerpos que habitan en zonas intensamente contaminadas como esta y no se inmutan con el níquel y el vanadio anclado en sus órganos, con ese cáncer proliferando aceleradamente en los pulmones; con la alteración metabólica; con la anosmia – pérdida total o parcial del olfato- que aquí se produce, desde muuucho antes del COVID-19,  por la inhalación intensiva de PETCOKE, residuo sólido de petróleo ocupado hasta noviembre del 2017 como combustible de las 5 termoeléctricas buenas vecinas residentes en Huasco. Esas chimeneas, aquél tren que viaja y viaja como un pasajero confundido, como aporte paisajistíco diría El Gerente, tiene paradas de descarga en todos los cuerpos. Aquí el cirujano es CAP Y GUACOLDA. Las empresas son las encargadas de diseñar qué se elige, qué se descarta, qué se desea, cuántos pulmones se ofrendan, cuántos cerros se perforan. Y la fosa común se va quedando chica y el negocio funerario cada vez más rentable y las patuas cada vez más preguntonas y no se dan cuenta de su disfraz; ese alisado permanente, esas pestañas encrespadas, ese calzón o bóxer, ese pelito rapado o se dan cuenta pero qué les va a importar si pueden intentar cagarle el día a alguien más pero no pueden porque ese veneno no es veneno sino agüita bendita con un par de moscas muertas.

 Escribo cosas inútiles, negables para mí misma y no sé cuál es la diferencia entre la virtud y el defecto; la noción de lo verdaderamente p...