domingo, 15 de junio de 2025

una puerta que da a una ventana dónde está el < pájaro adiós >

 Reiteración. Podía construir noches rojas en tus ojos; escondida entre los techos como una gata acostumbrada al borde, a la ventana, a la cornisa. Interferencias. Algo me detuvo. No pude. Un instinto fantasma, una pulsión que viene desde un pozo interno; aparecido sólo cuando una tristeza expandida me golpea. En mi cabeza, hay galgos labrando la - disolución - - la carrera siniestra -. Galgos perdidos en mi sangre. Beso tus palmas, siempre las besé como a dos monedas sagradas, relevantes no en valor ni en forma sino en textura, en sensaciones místicas y recónditas. Ahora, una fuente vacía, mi carácter de pájaro migratorio, exploratorio. Ahogamiento. En el ahogamiento, incluso en la llanura de las palabras luego de una tragedia, puedo transcribir las imágenes mentales, la geografía de no ver a nadie sobre nada. Y a pesar de mi elocuencia o de mi - desproporción medida - no se me entiende. No me entiendas. No es el entendimiento. No es la palabra razonada. Es mi compromiso con el compromiso primario de no estar sola cuando veo el sol. A mi deidad le ofrezco mi dolor, mi peregrinación traslúcida, de caracol pisado o medusa en la ola austral. Besaba tus palmas. Besaba tu sangre. Había en mí un jardín para tus pájaros enrojecidos. Ahora, un bebedero de sal, confusiones cuando recuerdo el líquido; el bramido; el vapor;  y, recostados debajo de pieles falsas, a la hora en que el sol nos volvía dorados huesos, íbamos perdiendo - los pies en la tierra - y dormíamos, dormíamos y soñábamos y teníamos pesadillas y nos amábamos y la música acoplada de los autos y el té y el espíritu apoyado en la ventana, apoyado en la noche dónde digo que no hay comprensión que no hay posibilidad que tiemblo locamente 

miércoles, 11 de junio de 2025

No encuentro la llave de las puertas
hay entradas al final, en la salida;
será un momento, un pájaro de mal agúero
haciendo nido en mi voz, en este cuerpo de agua vaciado, destruido... será, será cierto y falso y pérdida de las iluminaciones...

¿un momento es esta secuencia feroz? ¿esta ausencia de pez que besa mis manos y no desaparece tras la ola? arquitectura de espantos. Tú invocaste estas edificaciones. Tú rejurgitas hacia dentro, acoplas lo exterior y lo traduces en una experiencia vomitiva, comestible. No es el miedo, no es la sombra. Es el color de la mañana, es la confusión ampliada, corporizada en una hermana azotadora y cruel. Beso la ventana. Beso la imposibilidad entre mi cuerpo y el cuerpo - afuera, gris y enceguecedor -. 

Amo mi planeta de huesos. Aquí adentro, en el sueño vaporoso, mis muertos nadan a mis ojos. No hay edificaciones imperiales, pero sí una vasta acoplación de desiertos. En el centro, la orilla. Beso y arranco las hojas poseída por la desidia, por esta lluvia que se deja caer y nada más... 

jueves, 29 de mayo de 2025

Fuerza es cuando dos o más elementos se contraponen o complementan. En mí hay fuerzas fantasmagóricas, como dos paños de seda cortando el aire. Angustia. Angustia de pensar en que hay más de un camino, más que esta opción de palomas que vuelan a lo lejos. Y por eso o a pesar de ello, me encuentro tumbada emocionalmente. Emocionalmente quiere decir también cuerpo, espíritu. Mi voz es un viejo cisne, arropado en margaritas recién crecidas. ¿Amo? ¿anhelo? 

Cuando creí estar caminando sobre la cuerda - vieja y conocida trampa -, viene la duda, viene - el cielo despejado nunca -. Estoy nublada, poseída por el don de la interrogación y abandonada por la exactitud, por el pragmatismo. Si noto este cambio que es un cambio humorístico, anímico, es porque algo sucede. El silencio es una sigla, un código. Metamorfósis. El estado de las cosas tiende a la degradación. Estamos en el fondo del pozo. Aquí no puedo ver tus ojos. Estamos en el color de un pozo cuando anochece severamente, sin luna. No veo. Siquiera sé si busque la oportunidad, el encuentro. Esta pasión desmedida es un objeto perdido, pisoteado. 

miércoles, 28 de mayo de 2025

Disipación del color
no de la experiencia

Figurar un pez
que besa mis manos
y no me abandona 


lunes, 26 de mayo de 2025

Mi corazón está dentro de una caja de vidrios empañados. Hace mucho tiempo no volvía esta sombra, desnombrada y sabida. La conozco. Es miedo. Es un extraño color. El color de un piano abandonado. La lluvia es constante, soéz. A veces, una transparencia me abraza. Es mi voz que dice < estás sola como la lluvia, cayendo y amando la noche en el centro del día >. Estoy ardiendo. Mis cigarrillos son el agua, la sed, las cosas amadas y perdidas. Yo no amo cosas, admiro su figuración, la textura, el olor. Esto es mágico, distorsionado. La golondrina pone huevos dorados en la niebla. Algún pozo se ilumina. Mirada de pozo perdido, de criatura que flota entre boyas y pálidas medusas. La prosa es el estiramiento de los sentimientos primarios. A veces, emocionalidad de ventrilocuo, de pájaro deshuesado. A veces, ágil, suave & hot como las putas coquimbanas. Emocionalidades perecederas. Lluvia de cuerpos que se expanden. Lluvia o salivación o sed a mitad del sueño.

sábado, 10 de mayo de 2025

el otoño tiene huesos

A mitad de la noche, con las costillas disparejas y abiertas, el saxofón parece derrapar sobre la ciudad, entre viejos maitenes. No hay calor en la exactitud, no hay virtud en su rigurosidad... Las pisadas en el barro son lo más cercano a una primera escultura, a una antigua impresión del cuerpo. Llueve detrás de los papeles, en las voces acostumbradas a cerrarse como perros confundidos y hambrientos, encapsulados en el - ir y venir - de la fatiga, de  chocar contra los muros y su nada, dolorosa, excitante. Entonces, hablan las puertas y los cerrojos. Desde lejos, una torre prolifera en luces, nace de la luz. Edificaciones, tótems mortales. El paso nivel es una cueva oblicua, ahuecada, perforada. Todo perforado. La mirada es un agujero saciado. Más tarde se abrirá un pájaro y cantará la canción favorita de los muertos. Los mirlos trinan. 

viernes, 9 de mayo de 2025

porqué antes de irme me preguntas imposibles

 Estoy dulcemente retirada de mi propio eje, con muy poco y muy nada, al viento y a los interiores de las cosas elementales. La máscara se cae, es material oxidable. Bella sensación de oír la música en la música; los agudos en los graves y girar inadecuadamente las piezas del tablero. Exageración en los ojos de los gatos, desmedidos y prolongados como dos agujas espaciales. No tengo miedo. No tengo miedo. Sólo necesito que el destino venga y diga < aquí es el lugar intermedio > < la posibilidad en lo perdido >. Y el destino siempre está así que no viene, no visita mi espíritu, ahora blando y expuesto. Y lloro apenas y hago muecas al silencio con mis manos. Ruego.  

pensamientos flotantes

Nubosidad. Presencia corrida, veloz o fantasmagórica. Algo descubre las cosas como débiles lluvias. Quizás, así voy, cruzando transparentemente los muros del habla. 

En picada contra las ciudades y sus nombres, sus identificaciones. Nubosidad, niebla, atmósfera de ojos ciegos. Pedir milagros a las piletas, a solitarias bancas abandonadas en plazas abandonadas. Hago ocupación en el lenguaje para desatar los viejos nudos, apretados por el YO. 

Las golondrinas son capaces de trazar continentes, dibujar islas y archipiélagos en el aire. Esa vida en vuelo, los amplios avistamientos. Ahí me quedo, recostada y nada más que recostada y con los ojos abiertos...

miércoles, 30 de abril de 2025

Si te sorprende mi distancia diminuta, a segundos de tu - sueño profundo -, aclaro que es porque escribir, más allá de una necesidad emocional o intelectual, es un - obrar permanente -. La escritura es mi paréntesis, mi rompimiento de tensión. Aquí hablo, pido a la nada, señalo o comunico. Estás en mí cuando lo hago, conservando nuestra independencia, parcial y necesaria. No es contra ninguno de los dos, es contra la ronda que hace la muerte en mi cabeza. 

mes

La noche no aúlla 
no quiebra las tensiones

Si pudiera
ahora mismo
diría <qué animal me come la voz, quién puede detectarla y además devorarla>

Error en la fecha de nacimiento
Error en la capacidad comunicativa
Error en los abrazos lánguidos y confiados

¿dónde la exactitud? ¿la simetría?

El corazón
es un pequeño insecto
es un pequeño vacío 

Hay muchas maneras de encontrarte, Alicia
muchas maneras para no volver a este lado del espejo



jueves, 24 de abril de 2025

Cruzando la reja oxidada y desprendida, entro a un pequeño y viejo invernadero. Es una jaula de flores, vaciada de tiempo, con piletas y bancas comidas por el musgo. Aquí las plantas son dulces pájaros, trepadoras estructuras. En el medio, una cúpula con el cielo completamente despejado, abierta en todo su radio, a la que se puede llegar mediante escalera. Es un bello lugar para disponer esta desdicha floja, impotente. Regarla, alimentarla con míseros rayos de luna, tomar sus manos y señalar < es momento de asumir la imposibilidad, de decir miedo cuando es miedo y llorar a media noche >. Miedo o confusión. Es grato pensar en el ganso enfermo y en su vasta compañía. Un ave acuática sin sus plumas impermeables, humedecidas y pesadas, nadando contra o a favor de su propia enfermedad. Es agua, rápido, frágil. Esa fuerza y esa fragilidad, constituida en el cuerpo, es lo que organiza este llano momento, esta desazón cronificada y la disparidad de las máscaras. 


una puerta que da a una ventana dónde está el < pájaro adiós >

 Reiteración. Podía construir noches rojas en tus ojos; escondida entre los techos como una gata acostumbrada al borde, a la ventana, a la c...