Reiteración. Podía construir noches rojas en tus ojos; escondida entre los techos como una gata acostumbrada al borde, a la ventana, a la cornisa. Interferencias. Algo me detuvo. No pude. Un instinto fantasma, una pulsión que viene desde un pozo interno; aparecido sólo cuando una tristeza expandida me golpea. En mi cabeza, hay galgos labrando la - disolución - - la carrera siniestra -. Galgos perdidos en mi sangre. Beso tus palmas, siempre las besé como a dos monedas sagradas, relevantes no en valor ni en forma sino en textura, en sensaciones místicas y recónditas. Ahora, una fuente vacía, mi carácter de pájaro migratorio, exploratorio. Ahogamiento. En el ahogamiento, incluso en la llanura de las palabras luego de una tragedia, puedo transcribir las imágenes mentales, la geografía de no ver a nadie sobre nada. Y a pesar de mi elocuencia o de mi - desproporción medida - no se me entiende. No me entiendas. No es el entendimiento. No es la palabra razonada. Es mi compromiso con el compromiso primario de no estar sola cuando veo el sol. A mi deidad le ofrezco mi dolor, mi peregrinación traslúcida, de caracol pisado o medusa en la ola austral. Besaba tus palmas. Besaba tu sangre. Había en mí un jardín para tus pájaros enrojecidos. Ahora, un bebedero de sal, confusiones cuando recuerdo el líquido; el bramido; el vapor; y, recostados debajo de pieles falsas, a la hora en que el sol nos volvía dorados huesos, íbamos perdiendo - los pies en la tierra - y dormíamos, dormíamos y soñábamos y teníamos pesadillas y nos amábamos y la música acoplada de los autos y el té y el espíritu apoyado en la ventana, apoyado en la noche dónde digo que no hay comprensión que no hay posibilidad que tiemblo locamente
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domingo, 15 de junio de 2025
miércoles, 11 de junio de 2025
jueves, 29 de mayo de 2025
miércoles, 28 de mayo de 2025
lunes, 26 de mayo de 2025
sábado, 10 de mayo de 2025
el otoño tiene huesos
A mitad de la noche, con las costillas disparejas y abiertas, el saxofón parece derrapar sobre la ciudad, entre viejos maitenes. No hay calor en la exactitud, no hay virtud en su rigurosidad... Las pisadas en el barro son lo más cercano a una primera escultura, a una antigua impresión del cuerpo. Llueve detrás de los papeles, en las voces acostumbradas a cerrarse como perros confundidos y hambrientos, encapsulados en el - ir y venir - de la fatiga, de chocar contra los muros y su nada, dolorosa, excitante. Entonces, hablan las puertas y los cerrojos. Desde lejos, una torre prolifera en luces, nace de la luz. Edificaciones, tótems mortales. El paso nivel es una cueva oblicua, ahuecada, perforada. Todo perforado. La mirada es un agujero saciado. Más tarde se abrirá un pájaro y cantará la canción favorita de los muertos. Los mirlos trinan.
viernes, 9 de mayo de 2025
porqué antes de irme me preguntas imposibles
Estoy dulcemente retirada de mi propio eje, con muy poco y muy nada, al viento y a los interiores de las cosas elementales. La máscara se cae, es material oxidable. Bella sensación de oír la música en la música; los agudos en los graves y girar inadecuadamente las piezas del tablero. Exageración en los ojos de los gatos, desmedidos y prolongados como dos agujas espaciales. No tengo miedo. No tengo miedo. Sólo necesito que el destino venga y diga < aquí es el lugar intermedio > < la posibilidad en lo perdido >. Y el destino siempre está así que no viene, no visita mi espíritu, ahora blando y expuesto. Y lloro apenas y hago muecas al silencio con mis manos. Ruego.
pensamientos flotantes
miércoles, 30 de abril de 2025
Si te sorprende mi distancia diminuta, a segundos de tu - sueño profundo -, aclaro que es porque escribir, más allá de una necesidad emocional o intelectual, es un - obrar permanente -. La escritura es mi paréntesis, mi rompimiento de tensión. Aquí hablo, pido a la nada, señalo o comunico. Estás en mí cuando lo hago, conservando nuestra independencia, parcial y necesaria. No es contra ninguno de los dos, es contra la ronda que hace la muerte en mi cabeza.
mes
jueves, 24 de abril de 2025
una puerta que da a una ventana dónde está el < pájaro adiós >
Reiteración. Podía construir noches rojas en tus ojos; escondida entre los techos como una gata acostumbrada al borde, a la ventana, a la c...
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Y en el fondo, aunque no a oscuras totalmente, la noche se instala en el barrio. Alguien riega plantas, caléndulas o romero. Los vecinos si...
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Plantas variadas, en color y forma, en profundidad de grises soleados y noctámbulos. Anochece, los pájaros tienen su centro que es una rama...