El pensamiento, mi gran flor, mi pez torpedo, con órganos eléctricos. Reacción. Prudencia. La prudencia es una fé. Creo. Lentamente creo. Y esta inquietud, que es la noche, R., se va acomodando en la ventana. Me dice <descansa, descansa lo suficiente> y va escondiendo la luz de los objetos hasta que mis ojos se duermen hondamente, hondamente.
domingo, 12 de enero de 2025
noche fría, palidezco y pienso
En la noche, que es una temporalidad, un ambiente, un espacio vital. En la noche, escribo. Y las cosas parecen darse vuelta; mudar a otras cosas, lejanas, improbables. No sé qué es esto, R. Sin embargo, lo tengo. Es una continuidad. Algo - que es un viejo habitante de mí - hace que me quede. Tengo visiones de ti, algunas confusas. La confusión no tiene medidas. Pero esta luz que entra sí, R. Es pequeña, moderada y se amplifica. Tengo visiones de ti y quizás necesite el encuentro / en las playas de mi infancia / para poder traducir el canto de estos viejos y huérfanos pájaros. No entiendo. Solo la continuidad. Tus ojos, tu voz posible y dulce y grave. ¿Quién eres, R? ¿en qué carta va tu nombre, el olor, el líquido?
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Cruzando la reja oxidada y desprendida, entro a un pequeño y viejo invernadero. Es una jaula de flores, vaciada de tiempo, con piletas y ban...
-
Y en el fondo, aunque no a oscuras totalmente, la noche se instala en el barrio. Alguien riega plantas, caléndulas o romero. Los vecinos si...
-
Plantas variadas, en color y forma, en profundidad de grises soleados y noctámbulos. Anochece, los pájaros tienen su centro que es una rama...
No hay comentarios:
Publicar un comentario