paredes caídas rostros amarrados a los pies
Un pedazo de cielo
Un algo entre ceja y ceja
La Torcaza Los contratos indefinidosgg
Las propinas repartidas semanalmente como fichas digitales
Nunca supe ni aprendí a llamar
A las palomas como mi bisabuelo
Él y su palomera de palo en la falda del cerro
a orillas de la virgen
Él y sus palomas doradas y su arrullo y su taller sagrado dónde construíamos aviones de madera
Quizás ahí la fascinación
Los materiales primerizos de la niñez palomera
Nuestros ojos alados llenos de cielo y norte y cajas negras
Quizás ahí me detuve y quizás ahí avancé sin dar un sólo paso
No hay comentarios:
Publicar un comentario