domingo, 15 de noviembre de 2020

hacia dentro

 Me estremezco; todo me palpita de forma aguda y desesperada. A veces, sólo quiero apagarme como una brasa pequeña y solitaria. Apagarme con un poco de saliva; desinflamar provisoriamente esta herida... Caer al agua que está dentro de mí... retorcerme hasta invertir la carne y dejar expuesto el dolor y su composición imprecisa.

Masticaría el sol de la mañana; aferraría a mi cuerpo el calor y el destello. Me gustaría pulverizarme como ceniza; sostener el derrumbe con las manos heridas... pero no puedo; justo en el borde, me niego la posibilidad de extinción. 

Y vuelvo a soñar y todo vuelve a reventarse.

Sigo aquí.


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