viernes, 6 de diciembre de 2024

J

Esta sed al gemir
o pájaros que vocalizan <ardo más que siempre>
y nadie asiste a su fuego,
a su fiebre.

Alguien obró 
en mí 
su propia pérdida / su identidad de caracol pisado en la lluvia.

Cuando decías / no confíes en nadie
encontré el silencio 
y las trompetas en la noche;
el aguacero,
la palidez en la voz de los espejos.

Mañana / sol, anunciaciones,
vida vivible.

¿La plegaria? 
¿la oradora?
uncida en la fuente de oro,
colgada en álamos y alambres;
desaparecida o escondida
en la acentuación de su sombra;
llana
invisible sólo al ojo.

Mañana, sol. 
Ahora, lumbre, no calor. 
Un teatro de nadie.









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