Un viejo me habla de grandeza agraria, de higueras y más de 100 perales, además de una mina de cobre. Me quiere para él por una bolsa de ajo, por 5lukas, porque le ha ido lento lento. Viejo culiao cagao. Unos cariñitos, me dice el hombre de los higos y el cobre, cómo pa empezar continúa. Lo despacho. Soy 100 hermosos perales y más parecida al cobre de lo que creía, fundida en el crisol de los adioses y las chauchas recontadas, cómo si de pronto mis manos pudieran multiplicarlas.
La compañera dice que su pareja es hermosa; que la droga y el alcohol y los años estrepitosos le jugaron pasadas peñascosas.
Rifas, helados de damasco, frutilla, pura pulpa. UD sabe de negocios. UD sabe.
A todas alguna vez se nos cayó el toldo que sombrea nuestra vida. Qué toldo, qué paño agujereado por el sol y la tierra.
La vecina no ha vendido nada. La vecina que se lleva más cosas de las que trajo no ha vendido nada.
Son las dos. Guardar, siempre guardar algún algo, alguna nada en el chauchero.
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