Quisiera darte de mi calor. Quiero empujar los astros a nuestro espacio, que es este cuarto oscuro y pequeño, en medio de la quebrada. Es tu espacio. Yo no tengo lugar posible. Pero tengo ganas, extrañas motivaciones. Sólo dame, dame un segundo. Ya ves que voy trepando, palabra por palabra, a tu nada, a tu silencio demoledor, a tu cuerpo más grande que el mío, a tu abrazo de churque. Silencio. El silencio es suficiente.
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