viernes, 3 de diciembre de 2021

Lo supe de inmediato. La noche se arrastró por el piso. No hubo fondo; superficies. Noche, todo anochecido como una propagación irreversible. Sentí, quizás, la bulla de las cosas inaudibles; escabullidas. Qué tan aguda puede ser la lírica de las piedras. 

Aquí viene el carbón. Los rieles, dos pájaros estirados y rotos. Alli nada, ni la fuerza del deslizamiento. Quietud, a pesar de la danza. Lo supe de inmediato, las piedras tienen su propia orilla. La desembocadura su propia desembocadura. 

Sí, la pausa; la paciencia. 

Tuve... un sueño. 

Sí, la rosa de los vientos deformada. 



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 anda a mear otro poste, perra aparecia