domingo, 30 de marzo de 2025

líquidos pájaros me indican el camino

Primera lluvia y el primer desierto, con las palmas abiertas y sangrientas. No es una estigma. Es herida común, grave. Una sacerdotisa de zorros muertos. No puedo introducir alas en palabras. El amor es un lenguaje impotente. Tú lo hiciste. Yo obro un pequeño sol. Obradora de mi propia desconfianza. Y sí, había que confiar en la sombra, en la nada de los párpados, perdidos en el último buque. 

Ahora, que sé curar y herir; o que sé que lo sé; reviso la carne y su espíritu blando. Mientras, disolución entre las partes, que es yo con la lluvia, porosa y fresca; halógena. No hay más; la calle es nada, la ciudad un pobre espectro; las palabras, densas transparencias. 

Nada. Lo único que pides es tiempo. Petición híbrida, peregrina y sosegada, desparecida.

jueves, 27 de marzo de 2025

Patéticas y reiterativas rondas al pensamiento, a las traiciones comunes. No miento. No puedo ahora. Y acomodarme en la noche y tus dedos, apretando mi cabeza o mis mejillas. Amo como un lobo, un leopardo herido. Necesito aislarme, aterida pero concentrada, de cualquier tipo o forma de mancomunión. Y esta vez, deseo tu presencia, el temple o las 12:00am. La manada son nuestros ojos multiplicados en la nada. Ese es nuestro conjunto, una agrupación de abandonados y quizás eso amo... la desidia contra el mundo propio y ajeno y aún así hallar la magia en las tarántulas, en las flores desteñidas, en la violencia... 


domingo, 23 de marzo de 2025

solsticio

Solsticio 
Eclipses cubiertos por la niebla
Y aquél tiempo 
libre de ruido
pleno de costa y rosadas atmósferas 
ya no es tal
en el sentido de cosas, de materias o materiales
No titiló el dios en los ojos de los perros
No ardió el lenguaje, ni la vieja embarcación y sus adioses, relampagueados y desérticos.

El tiempo, con su física medida,
me ha dado su fruto maduro: la contrariedad, el azar, el destino.

No vuelven las palabras porque las palabras solo tienen poder en la asociación 
Mi lenguaje es fantasma 
Mi abecedario es lema llano, vegetación escasa y nada vuelve, no retorna la confianza en el sonido, el puma azul que me abrazaba en la oscuridad porcionada, dividida por el mar y la luna y los viejos reflejos de viejos planetas muertos.

El puma azul muere en mi subjetividad
Y en el pensamiento
el deseo orbita también moribundo.

cómo aniquilar / cómo impostar una voz mortal / cómo olvidar disciplinadamente.




lunes, 10 de marzo de 2025

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Brisa de verano sobre las orillas del Puente Paris

Los ultimos 10 días de verano. 
Los hibiscus están abiertos;
rojos y brillantes  por la mañana.

Demoledora espera; lentos y transparentes efectos médicos. 
Sin palabras para nombrar. 

Nombrar es dar figura a - cosas imposibles - 
Nombrar es amplificar los campos de memoria.

En los paseos por el río,
hora de no voltear la cabeza
hora de procesiones de sauces y perros muertos
hora o destino o tiempo de no saber hablar o caer en silencios mordidos, masticados. 

La luz cruza los rostros.
El espíritu se alimenta de ese pobre fuego.





domingo, 2 de marzo de 2025

Marzos

Emocionalidad de animal sin órganos. No produzco imágenes, apenas sonido al respirar o explorar mis libretas. Me gustaría llorar, emplear el lenguaje de los domingos, sórdidos y apenados. Pero algo me sostiene así, solamente incómoda y aún así observadora, hija de cualquier sombra, de toda luna o todo astro que se arrastra por la luz, derretida sobre el río. 

Sintetizadores. Elementos fríos para desarmar elementos ardientes. Desconfiguración, transfiguración. Yace el día con su sombra plena y sus estrellas pobres, apiladas una tras otra en la fila del matadero. No veo lo vivo, lo percibo. Esto... muerto. Muerto enteramente. Estar vacía no significa no haber sido invadida. En mi cabeza, los rosales arden; las viejas playas son estiramientos de la infancia; los jilgueros enmudecen... 

El verano se va. Encontrará otra tierra, otros poros y otras pálidas regiones. 

líquidos pájaros me indican el camino

Primera lluvia y el primer desierto, con las palmas abiertas y sangrientas. No es una estigma. Es herida común, grave. Una sacerdotisa de zo...