martes, 13 de diciembre de 2022

portezuelo

Estoy lista, aquí en el inmenso rastro de lo antiguo, para decir basta, para doblegar la mano que me restringe el acceso al acontecimiento y sus posibilidades. No se trata de recuperación, de rehabilitar alguna parte que alguna vez fue desgarrada. Es la comprensión de mi soledad, de mi niebla, de mis flores arrancadas en la noche de los ojos moribundos y solos. Así voy concluyéndome, acabándome para ir en búsqueda de la pasionaria, así puedo respirar sin atragantarme de imágenes que diseño con minuciosidad. 

No más ese nombre, significa no más un rostro o un paisaje o un cuerpo completo uncido a mí como un cachorro abandonado en medio del camino. Tengo afición, sí, por la angustia; pero puede ser de otra forma, de algún otro modo. 

Tranquila, me digo y la canción sigue sonando, el cerro va respirando como enorme registro del misterio. No más la vida cercenada por mi propia mano. 

Un pájaro me acompaña durante todas las tardes. Una tenca, erguida de cabeza a cola. Un animal gris y luminoso. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

 anda a mear otro poste, perra aparecia