La policía constituye
No sólo un uniforme.
En la calle
Unos cuantos kilómetros abajo
Se despliega el consenso
carcelario.
Se trafica la miseria
Con licencia ciudadana.
La policía constituye
No sólo un uniforme.
En la calle
Unos cuantos kilómetros abajo
Se despliega el consenso
carcelario.
Se trafica la miseria
Con licencia ciudadana.
Desplegar la rareza, lo oblicuo. Convertir la angustia en amenaza subversiva; que la herida potencie a la piedra.
El dolor es nuestra barricada; una de las herramientas que tenemos para volvernos pájaros que rompen la jaula.
Acompañarse con un fuego múltiple e indefinible; disolverse entre la noche y los escombros.
Pulverizar el patrimonio blanco y sus emblemas internalizados en nuestra subjetividad. Arrancarse la palabra del colono. Apuntar, con impulso de pumpullo, a los rostros del orden.
El futuro no existe, es el hoy lo que acecha nuestras vidas; también nuestras muertes.
Cultivar
Y propagar
Lo unánime
Lo absoluto
El despliegue
De lo rígido
Y lo asimilado
En los campos colonizados del capital.
- SER ALGUIEN -
Abandonar el anonimato
Adquirir
Con vocación de consumo
La visibilidad que acarrea
El éxito
Y el blanqueamiento.
La nueva ciudadanía
La sostenible
La progre
Ese campo
Lleno de distintxs
Pero iguales
Exije la papeleta
Y con ello la urna
Y la custodia militar.
Monocultivar
En nombre de la soberanía nacional.
Arrasar con los relieves
Con lo múltiple
Aniquilar la huidiza presencia
De lo raro.
Lo importante es el voto
y los SÍ Y NO;
Esas son las disposiciones prácticas
Que exije la democracia;
Aprobar esconder lxs muertxs
En el doblé del papel
Y trazar el olvido con el lapiz.
Primera lluvia y el primer desierto, con las palmas abiertas y sangrientas. No es una estigma. Es herida común, grave. Una sacerdotisa de zo...